viernes, 31 de diciembre de 2010

INTAG Y EL ESPAGUETI AL POMODORO

La emoción de viajar  es un sentimiento indescriptible que todos alguna vez hemos disfrutado, sobretodo cuando se tiene el presentimiento de que va a ser una aventura; así me sucedió en mi viaje a Intag, donde Sandy nos brindó su hospitalidad con mucho cariño; el camino hasta llegar allá fue de caminata y lluvia, pues llegamos mojaditos y fuimos recibidos con un té y una torta de chocolate. Los dos días restantes fueron momentos de reflexión, de compartir, orar, cantar, buscar pájaros, ver muchos pero muchos insectos, tomar el mejor café del Ecuador y aprender a escuchar inglés a la hora de comer. Sobre la comida: los vegetales, las alverjas, la yuca y la quinua fueron nuestra fuente nutricional, no dejando de lado que la única proteína animal que comimos fueron unos chapulines de origen mexicanos muy crocantes. La experiencia: excepcional, sobretodo por estar en una naturaleza tan variada, un clima delicioso y el silencio que ninguna ciudad por más pequeña que sea pudo dar. Lo único desventurado fueron las fotos que equivocadamente borré, una pena que me costó superar pero que fue una lección de desprendimiento;  por eso a cambio, les dejo  la receta del espagueti que comí con mi amiga Fabiola previo el viaje a Intag, quien me motivó a realizar este viaje debido a la necesidad de un tiempo de reflexión. La preparación del espagueti nos puede sacar de apuros en momentos que disponemos de poco tiempo y es lo más rico que se puede realizar en poco tiempo.

ESPAGUETI CON TOMATE
Ingredientes:
20 tomates (se debe disponer de tiempo para luego hacer más rápida la preparación en las próximas veces que se quiera preparar)
Aceite de oliva al gusto
Sal
Albaca al gusto
Cedazo grande
Cualquier tipo de pasta a la hora de preparar
PREPARACIÓN:
Se colocan los tomates lavados y cortados en cuatro pedazos en una olla a fuego alto, cuando estén suaves se los saca y se los pasa por el colador aplastándolos con un mazo, si se tiene el pasa puré sería ideal, luego de tener el líquido cernido, se le pone un poco de sal y se vuelve a cocinar a fuego lento hasta que la salsa adquiera espesor o empiece a salpicar mucho, se deja enfriar y se coloca en envases de vidrio de cuello corto con un chorrito de aceite de oliva encima para que se conserve mejor. Se saca según la necesidad, se lo calienta en una sartén con más aceite de oliva y unas hojitas de albaca cortada con la mano, se le hecha encima de cualquier tipo de pasta. Se puede acompañar con queso rayado y pan de ajo.


miércoles, 22 de diciembre de 2010

CHANTELLE Y TABBULE


Los aprendizajes que uno adquiere cuando forjamos una amistad son valiosos porque nos ayudan a tomar decisiones y ver desde otra mirada verdades que pasan desapercibidas ante nuestros ojos, además de que nos ayuda a descubrirnos y a ser mejores, ese fue el caso de Chantelle, mi amiga de Nueva Zelanda, con la que compartí muchos momentos y reflexionábamos siempre sobre todo lo que tenía que ver con las maneras de expresar del ser humano. Y pues en torno a esas charlas profundas que luego se convertían en acción, estaba algo rico para comer en la mesa pequeña de mi cocina. Entre sus platos favoritos está el tabbule que siempre lo comíamos junto a otra gran amiga: Fabiola. Las tres aprovechábamos  apenas se prestaba la ocasión para visitar un local de Sawarma que venden un hommos y tabbule deliciosos, ese era nuestro momento de entretenimiento.
 Luego de un tiempo, Chantelle tenía que regresar a su país, pero no sin antes darse el merecido paseo por todo el Ecuador durante dos semanas; al regreso antes de salir del  país, le di la bienvenida con mi propio tabbule acompañada de una tortilla de origen persa llamada cucú, una fusión vegetariana muy nutritiva y bien combinada. Cómo no hubo tiempo para el postre, la dulzura del momento fue la sonrisa de Chantelle al posar para la cámara ¡A falta de postre buenas son las sonrisas!
TABBULE
INGREDIENTES:
1 ½ taza de trigo para quipe
2 manojos de perejil
½ manojo de hierbabuena
1 cebolla colorada
3 tomates
½ taza de cebollín
½ taza de jugo de limón
5 cucharadas de aceite de oliva
PREPARACIÓN:
Se enjuaga el trigo de quipe y se lo remoja en agua por media hora, se lo exprime bien a la hora de mezclarlo, aparte se corta el perejil bien picadito al igual que la hierbabuena, la cebolla, el tomate y el cebollín, se lo mezcla con el trigo, el jugo de limón, sal y aceite.
La receta del cucú sabzí queda para la próxima receta, espero sus comentarios o sugerencias sobre recetas anteriores, y recuerden que a la hora de cocinar siempre está la posibilidad de crear y poner algo nosotros así se conserve la base de la receta ¡¡¡eso también es fusión cultural!!!



martes, 14 de diciembre de 2010

COCINA FUSIÓN CULTURAL: POLLO AL LIMÓN

COCINA FUSIÓN CULTURAL: POLLO AL LIMÓN: "Sentados a la mesa esperaban los amigos y familiares el pollo que se cocinaba a fuego lento en un horno industrial, entraba casi desbocándom..."

UNA FUSIÓN SENCILLA

POLLO AL LIMÓN

Sentados a la mesa esperaban los amigos y familiares el pollo que se cocinaba a fuego lento en un horno industrial, entraba casi desbocándome con la bandeja de ensalada en mano para acompañar una receta madurada a lo largo de los años en un local de alfombras: pollo al limón. La receta nos ha gustado tanto que pasan los años y por lo menos la cocino una vez cada quince días, la razón se debe a lo fácil de su preparación y al genuino juguito del pollo que al mezclarlo con arroz y ensalada no dan ganas de soltar los cubiertos hasta que somos conscientes que todo debe tener un límite. Hoy comí pollo al limón y realmente no me canso, nadie se cansa, es una receta sencilla, de pocos ingredientes y de tiempo moderado. Por favor espero sus comentarios el día que la hagan, la pregunta es ¿les gustó a todos los miembros de la familia? Si o no ¿por qué?

INGREDIENTES (5 a 6 personas o más)

1 pollo cortado en octavos con piel

7 limones

3 cucharadas de aceite de oliva

1 cucharada de orégano

Sal al gusto

2 papas grandes

PREPARACIÓN:

Se coloca el pollo cortado con piel en un pirex, se le agrega el limón, el aceite, el orégano y la sal se mezcla con el pollo y se mete al horno a 325, por una hora y media o hasta que se dore la piel del pollo, después de los primeros 45 minutos se colocan las papas y se pone juguito encima y se apaga después de otros 45 minutos o hasta que todo esté dorado.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Reflexión sobre cocinafusioncultural

Estuve haciendo una reflexión sobre el porqué del nombre del blog y recordé acerca de muchas de las experiencias y aprendizajes vividos alrededor de lo que llamamos “vida”, la cocina es solo un instrumento o medio (a más de ser necesario para subsistir) que une corazones, acerca almas para un conocimiento que puede ser dirigido hacia una amistad sincera; porque todos venimos de lugares distintos y crecimos con hábitos muy diferentes a otros, y aunque eso es realmente lo hermoso aquí en la tierra, no siempre lo comprendemos, por eso espero que este blog aporte un poquito a conocernos y compartir un poco más de muchas culturas, y cuando me refiero a fusión cultural en la cocina no solo hablo de comidas típicas de una cultura hechas por alguien diferente, sino también a la fusión de ciertos platos a los cuales se les ha agregado un poco de amor de otras culturas con el afán de alcanzar una excelencia en su sabor, y mejor aún cuando los comensales son amigos de lugares distintos; a continuación les presento una fusión cultural madurada a través de algunos años de compartir una familia de origen persa: una fusión ecuatoriano-persa. Ojalá les guste y hagan sugerencias o comentarios acerca de ¿qué más podría aportar cocinafusioncultural?


Arroz con pescado frito

Si bien es cierto el pescado frito no es una receta muy original que digamos, pues se come en muchos lugares, lo que difiere es lo que lo acompaña y tal vez cómo se prepara, en la cultura de donde vengo, la costa ecuatoriana, tiene una manera sencilla de hacerse, así en los diferentes comedores donde se prepara el pescado al momento, lo ponen en aceite aliñado con sal y ajo a veces pasado por un poco de harina y se lo acompaña con arroz, patacones más una rica y agria salsa de cebolla; la combinación es simplemente deliciosa; sin embargo, hace algunos años, una amiga de origen iraní nos compartió, una forma de preparar el pescado como parte de una celebración cultural iraní, el año nuevo (naw-rúz) cuando la alegría se hace manifiesta en todo el país, el pescado frito es símbolo de alegría en los hogares por lo colorido, sabroso y diferente, y la diferencia consiste en cómo preparan el pescado, que aunque no será la misma de la receta sí hay una fusión en el condimento del pescado, aparte, el arroz tiene dos acompañantes: una hierba más unos granos muy nutritivos: el resultado, como dicen algunos locutores en los programas radiales ¡¡¡¡Espectacular!!!! Ustedes comentarán cuando lo hagan.

Señoras y señores con ustedes el genuino persa-ecuatoriano, próximamente bien conocido ¡Arroz con Pescado frito! ¡Buen provecho!

INGREDIENTES (4 personas) (45 minutos)

4 tazas de arroz

4 pedazos de pescado fileteado sin espinas (puede ser dorado, robalo, cherna, corvina, o el que más les guste)

Aceite para el arroz, patacones, pescado y habas

Aceite de oliva para la salsa de cebolla

1 taza de habas frescas peladas y cortadas por la mitad a lo vertical

1 manojo de eneldo freso (si es seco, una cucharada bien colmada)

2 plátanos verdes (aquí les llamamos simplemente verde)

2 cebollas paiteñas o coloradas

2 tomates

1 manojo de culantro o cilantro o hierbita

7 limones

2 dientes de ajo para los patacones

1 taza de harina o maicena (la maicena se vuelve más crocante)

1 cucharadita bien colmada de cúrcuma (zarchubé en farsí)

¼ de cucharadita de comino

2 cucharadas de ajonjolí (opcional)

Sal

PREPARACIÓN

Para empezar con tiempo debemos primero tener listas las habas cortadas a un lado, luego procedemos a hacer el arroz de la manera convencional, primero se lo enjuaga y se le pone al arroz la misma cantidad de agua (o sea si son 4 tazas de arroz serán 4 de agua), se le agrega sal al gusto y se pone a cocinar a fuego medio alto se mueve de vez en cuando, mientras se cocina el arroz en una sartén con aceite se fríen las habas con el eneldo hasta cuando empiecen a dorarse, se apaga y se espera al momento en que el agua se evapore y se observe que el arroz se está empezando a secar, se baja bien bajita la llama, se le agregan las habas fritas con el aceite, se pone más aceite si gustan, se mezcla hasta que quede homogéneo el arroz con las habas, se tapa la olla y se deja cocinar unos veinte minutos.

Luego hacemos la salsa, cortamos las cebolla en julianas, la dejamos en agua con sal por cinco minutos para que se le vaya el sabor fuerte, la enjuagamos, aparte cortamos los tomates de cualquier manera que no sean tan pequeños, se los agrega a la cebolla junto con la hierbita bien finita picada, se exprime el jugo de limón y mezcla todo, se pone sal y aceite de oliva al gusto.

Después preparamos la harina para el pescado, la colocamos en un plato con la cucharadita de cúrcuma, ¼ comino, ajonjolí y sal, se mezcla bien, aparte calentamos otra sartén grande con aceite, cuando esté caliente pasamos el pescado por la harina o maicena y los freímos de lado y lado a llama medio alta.

Mientras se fríe el pescado se pueden ir haciendo los patacones en otra sartén con aceite (compensaré lo frito con una receta light proximamente) y se pelan los plátanos verdes y se los corta en rodajas de entre 1 y ½ centímetros, cuando empiecen medio a dorarse se los voltea, mientras se fríen en un tazoncito se pone un poco de agua con sal y los dos ajos machacados, cuando están dorados de ambos lados se los saca y con una piedra o mazo se los aplasta hasta que queden de la forma de una flor (como el girasol) se los pasa por el agua con ajo y se los vuelve a freír hasta que se doren nuevamente.

Al final se juntan todas las preparaciones en el plato, perece una receta medio maratónica porque todo tiene que hacerse casi al momento por el hecho de que es una comida frita y entre una de las razones es que el verde si se enfría se vuelve duro, en fin todo es cuestión de ganas, es más, si se tiene mucha hambre, como me pasó la semana pasada, se la puede cocinar en 30 minutos, lo malo es que se termina en 10, pero queda el sabor ¡y para largo!