lunes, 10 de octubre de 2011

LA COCINA FUSIÓN EN LA FLORIDA


Viajar puede significar muchas cosas: conocer espacios diferentes, transportarse a un lugar lejano de nuestra tierra natal, aprender y compartir momentos con otros en un hogar que no es el nuestro pero más que nada olvidarse de uno mismo para observar, reflexionar y aplicar lo bueno que aprendemos de los demás y que nos sirva de aliento para elevar nuestras metas y cada propósito de nuestra vida. Así me sucedió en la Florida, el estado más al sur de los Estados Unidos de América. Solamente la variedad de alimentos en los patios de comida en los centros comerciales demuestra la riqueza de culturas existentes: el olor orégano de la pizza mezclado con el de la canela y el azúcar del pretzel despertaban las ganas de no seguir caminando y detenerse y seguir oliendo, unos pasos más allá el olor del sésamo de la comida china y el quipe de la comida mediterránea. Fue así que con mi primo Adrián, un seguidor del buen comer, al recorrer la zona de Miami Beach nos encontramos con un restaurante de comida cubana, un lugar sencillo pero con una calidez en la atención que llamó nuestra atención y nos hizo  sentir como si fuera nuestra casa;  y nos dimos cuenta que no éramos los únicos, cada familia que entraba expresaba su alegría al llegar al lugar, era como si hubiesen llegado a un pedacito de su tierra, la algarabía sorprendía y nuestra emoción aumentó cuando llegaron nuestros platos: vaca frita y lechón con frejol negro, arroz y maduro frito ¡Qué carne más suave! Se deshacía en la boca, como los manjares de los que hablan las obras épicas. Lo más sorprendente fue leer la historia del lugar fundado hace no muchos años por una familia de la manera más sencilla, el resultado: una franquicia que sigue creciendo. Y para completar la variedad de sonidos, mientras comíamos el sonido de las bocinas festejaban la victoria de Uruguay en un partido de fútbol. La influencia de la cultura cubana marca la posibilidad de poder hablar el español en la Florida. Una preparación de los platos, digamos que dejamos que el secreto de la casa siga su objetivo ¡la alegría del buen comensal y que la añoranza tenga un toque de felicidad!
Amigos a cambio de la espectacular vaca frita (que la podemos encontrar en internet) le ofrezco chancho al horno con el que pueden preparar el famoso sánduche de chancho con salsita de cebolla.

CHANCHO AL HORNO
1)      1 pierna de chancho (puede ser costillar también)
2)      Vinagre balsámico dos cucharadas
3)      Pimienta al gusto
4)       comino al gusto
5)      Mostaza 1 cucharadita
6)      1 limón o 2 naranjillas maduras
PREPARACIÓN:
Se licúa las especias con la naranjilla y se sazona la pierna por 3 horas, luego se pone en el horno a fuego mediano o lento por 2 ½ horas. Para que el cuero salga crocante, dicen que se le hecha la última media hora un poco de sal o bicarbonato de sodio, yo no podría confirmarles nunca me ha salido bien jeje. Cuando está la pierna se corta en lonjas y se lo coloca en un pan enrollado con una salsa de cebolla curtida con limón y aceite de oliva más el juguito del chancho. 

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