EL RECUERDO DE LA LECHE NEVADA

Cuando nuestros familiares cercanos vienen a visitarnos desde un lugar lejano, la alegría de esos días pasa tan rápida que cuando se van nos sentimos solos (aunque no lo estemos) y a veces hasta engreídos o abandonados. Pero la satisfacción de saber que la compañía estuvo y se dio de corazón el tiempo, junto a las ganas de querer dar lo mejor de uno: ya sea armando un viaje juntos, o con un gesto amoroso, o presentando nuestros amigos, o también preparando algo rico que todos añoren. Así fue con Rosy, la mamá de una amiga muy querida, que nos dejó algunos sabores inolvidables y creo que para el recuerdo (hasta que regrese), pues aunque nos dio la receta, dudo que nos salga como ella la preparó, porque definitivamente solo una mano experimentada puede tener el conocimiento al momento de cocinar. Esas fueron las manos de Rosy, las que prepararon el postre llamado leche nevada y que por cierto al momento de comer no hubo uno que no quisiera repetir; sobretodo fue interesante ver la actitud de dos jóvenes al momento de acabar su plato ¡No podían creer que se había terminado el postre! Lo bueno es que hubo para un repetuti como dice una sobrina y todos quedaron contentos. Así que si de leche nevada se trata ¡Rosy es la maestra! Un abrazo desde acá ¡la extrañamos todos!

Leche Nevada

INGREDIENTES:

10 claras

20 cucharadas de azúcar

Molde redondo hueco

10 yemas

Canela

Clavo de olor

Azúcar al gusto para la leche y para el caramelo

Vainilla

Colador

PREPARACIÓN:

Se bate las claras hasta obtener un punto de nieve pero de esos que si volteamos el molde ni se inmuten las claras; luego se agregan las cucharadas de azúcar. Aparte en un molde redondo hueco acaramelado ( azúcar calentada en el molde hasta que el azúcar se derrita a punto caramelo)se colocan las claras, después se mete al horno a fuego moderado por 25 minutos; se apaga y se lo deja en el horno hasta el día siguiente (mejor prepararlo en la noche).

La  leche o el líquido que acompaña a espuma se prepara poniendo un litro de leche, una lata de leche evaporada, canela, clavo de olor, vainilla y azúcar en una olla, se deja hervir, se pasa por el colador y se van mezclando con las 10 yemas que sobraron. Una manera para que no se cocinen las yemas es poner una cucharada de la leche en la yema, se bate y luego se la agrega al resto de la leche y se vuelve a mezclar, así se repite hasta completar las 10 yemas. Si la consistencia es muy aguada se le puede agregar maicena para espesar.